El hibisco es una planta de hasta metro y medio de alto, con las hojas alternas, de forma oval lanceolada, y bellísimas flores solitarias (si bien existen variedades de hibisco doble), de color rojo o verde amarillento, que son comestibles.
La flor del hibisco tiene diversos beneficios para la salud, tales como: controlar los niveles de colesterol, regular la presión arterial, facilitar la digestión, impidiendo que parte del carbohidrato y de la grasa de los alimentos sean absorbidos, y anula la acción de la hormona antidiurética presente en los riñones.
Propiedades medicinales del hibisco
- Es un remedio ideal para despertar el apetito, combatir la acidez estomacal, las indisposiciones gastrointestinales con espasmos, la gastroenteritis y el estreñimiento puntual.
- El hibisco actúa asimismo como un efectivo diurético y antiséptico, válido para tratar las infecciones en el tracto urinario y para favorecer la inhibición de agentes patógenos.
- Las flores son demulcentes, protegen las mucosas de los conductos respiratorios y mitigan la irritación de garganta.
- El hibisco es también un tónico circulatorio, del que se ha probado su capacidad para dilatar las arterias y favorecer la circulación sanguínea. Se indica en casos de hipertensión arterial, y para el tratamiento de varices, flebitis, hemorroides y sabañones.
- Finalmente, se ha usado como tranquilizante para templar ataques de ansiedad y mitigar el insomnio.
Consulte a su médico o nutricionista antes de empezar a tomarlo con frecuencia.