Una fruta antigua muy disfrutada por Cleopatra y Ulises, el higo es una adición deliciosamente dulce a la cocina moderna. Los higos tienen forma de campana con piel ligeramente arrugada y coriácea. Pueden ser de color marrón, morado, verde, amarillo o negro, y varían en tamaño. Su alto contenido de azúcar pone a los higos entre las frutas más dulces. Cada ‘fruta’ de higo es en realidad una cabeza de flor cerrada que contiene muchas flores y semillas diminutas.
Comerlos solos
Generalmente se comen crudos. Saben mejor directamente del árbol, idealmente aún calientes del sol. Todo el higo es comestible, desde la delgada piel hasta la carne roja o púrpura y las semillas.
Cocinándolos
- Prepará una ensalada deliciosa cortando higos frescos y revolviendo con hojas de rúcula, queso y nueces tostadas.
- Mezclá queso crema para untar con nueces de macadamia finamente picadas y un poco de miel. Untá sobre jamón o tocino en fetas y envolvelos alrededor de mitades de higos frescos.
- Cortá los higos y colocalos en una fuente para horno. Rociá con esencia de vainilla, y espolvoreá azúcar y canela molida. Cociná hasta que esté tibio. Servir inmediatamente.
Beneficios nutricionales
Los higos contienen pequeñas cantidades de potasio, magnesio, calcio y vitamina B6, mientras que las muchas semillas pequeñas y la piel aportan un alto contenido de fibra. La piel rojo púrpura indica niveles de fitoquímicos antioxidantes protectores. Más info nutricional acá!