Su sabor a nuez, textura aireada y fácil uso han ganado los corazones de muchos. Por esta razón, te contamos todo lo que tenés que saber: qué es, sus beneficios y cómo podés usarlo en tu próxima comida.
¿Qué es la espelta?
En su forma original, la espelta tiene un color marrón rojizo claro y un sabor a nuez. A pesar de ser un grano integral, no resulta pesado en las recetas. En cambio, tiene una textura ligera y aireada, similar al trigo.
Un grano antiguo, la espelta es un miembro de la misma familia que el trigo, la cebada y el centeno. De hecho, fue cultivado por los agricultores desde la Edad de Bronce. Con el auge de la agricultura industrial y la agricultura eficiente, el trigo se ha convertido en nuestro grano preferido. Sin embargo, la espelta está resurgiendo como un alimento saludable.
Al igual que los miembros de su familia, la espelta contiene gluten, que es una proteína que esencialmente actúa como un pegamento para mantener juntos los alimentos, como el pan. El gluten en la harina de espelta es un poco más delicado que el gluten de trigo, por lo que tenés prestar especial atención cuando la uses para cocinar y hornear. Es importante saber que la espelta no es una harina sin gluten, y puede causar molestias o reacciones alérgicas en las personas que tienen enfermedad celíaca o intolerancia al gluten.
Beneficios saludables
Este grano es mucho más difícil de procesar que el trigo. Requiere descascaramiento y descortezado; sin embargo, la gluma que rodea los granos de espelta ayuda a proteger y retener los nutrientes. Dicho esto, los beneficios de salud adicionales significan que vale la pena. La espelta es una buena fuente de fibra dietética, proteínas (que contienen más que el trigo común), vitaminas y minerales.
Este grano también es más soluble en agua que el trigo, lo que facilita la digestión del cuerpo. Debido a la gran cantidad de minerales y vitaminas que contiene, puede ayudar a regular el metabolismo, aumentar la circulación, mejorar el sistema inmunológico, disminuir el azúcar en la sangre y reducir los niveles de colesterol malo.
Cómo integrarlo en tus comidas
Debido a que la espelta tiene propiedades diferentes a las de otros granos, se comporta de manera un poco diferente en las recetas. Acá hay algunos consejos y trucos para ayudarte a incorporar esta harina en tus cocciones y horneados diarios.
- Para empezar, intentá usar una proporción de 50:50. Si tu receta requiere una taza de harina, usá media taza de harina para todo uso y media taza de harina de espelta. Cuanto más vayas cocinando con espelta, más podrás jugar con esa proporción.
- Debido a que la espelta no absorbe tanto líquido como otros granos, intentá reducir la cantidad de líquido para evitar que la masa se pegue. La otra opción es agregar harina extra.
- Hay que tener cuidado de mezclar poco o mezclar demasiado la masa. Si tu masa está poco mezclada, se va a desarmar; Si tu masa está demasiado mezclada, se pierden las proteínas. Una buena regla es mezclar la masa durante aproximadamente cuatro minutos.
- La espelta sin cocer puede mantenerse durante aproximadamente seis meses cuando se coloca en un lugar fresco y seco. En la heladera, puede durar un año.