La harina de centeno contiene menos gluten que la harina blanca, lo que significa que la hogaza tendrá una textura más cercana que una hogaza blanca. Mezclar la harina de centeno con harina blanca o integral ayuda a darle más elasticidad y, por lo tanto, una textura más ligera, pero si preferís un pan de centeno más tradicional, podés ajustar las cantidades.
Ingredientes
- 200 g. de harina de centeno, más extra para espolvorear
- 200 g. de harina blanca o integral
- Levadura instantánea (un sobre)
- ½ cucharadita de sal fina
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita de semillas de alcaravea (opcional)
Preparación
- Colocá las harinas, la levadura y la sal en un bowl. Aparte, mezclá la miel con 250 ml de agua tibia y agregar a los secos. Formar una masa. La harina de centeno puede estar bastante seca y absorber mucha agua, si la masa se ve demasiado seca, agregue más agua tibia hasta que tenga una masa suave. Amasá durante 10 minutos hasta que quede suave.
- Colocá la masa en un recipiente bien engrasado, cubrir y dejar unas horas que leve hasta que doble su tamaño.
- Amasá brevemente para eliminar las burbujas de aire. Si usas semillas de alcaravea, introducilas en la masa. Darle forma de hogaza y dejar levar nuevamente.
- Prendé el horno a 200ºC. Espolvoreá la superficie del pan con harina de centeno. Cortá unas pocas incisiones y horneá durante 30 minutos. Dejar enfriar durante al menos 20 minutos antes de servir.