Desde tónicos y limpiadores hasta productos antienvejecimiento y rejuvenecedores, la industria del cuidado de la piel y sus infinitas opciones pueden ser abrumadoras. Pero, el hecho de que haya innumerables productos no significa que deba usarlos todos para cuidar su piel, ya que una rutina efectiva de cuidado de la piel varía según la persona.
Sin embargo, si bien la cantidad de productos que usa depende en última instancia del tiempo que tenga que dedicar al cuidado de la piel y el resultado deseado, los dermatólogos están de acuerdo en que todos deben tener al menos una rutina diaria para cuidar su piel.
Paso uno y dos
Hay dos pasos mínimos que todos deberían seguir. Nunca se debe omitir la aplicación de protector solar por la mañana y lavarse la cara al menos una vez al día.
El protector solar previene el envejecimiento prematuro. El lavado diario limpia la cara de cualquier suciedad, suciedad y contaminantes ambientales, al tiempo que prepara la piel para la aplicación tópica de sus cuidados.
Paso tres
Se recomienda un derivado de vitamina A aplicado tópicamente, ya sea un retinol o retinoides. Para aprovecharlos al máximo se aconseja usarlos por la noche.
Si tenés piel sensible, sugerimos cambiar por un producto que contenga bakuchiol que proporciona efectos similares al retinol sin la irritación o enrojecimiento asociados.
Paso cuatro
Usar un antioxidante tópico en la mañana, como la vitamina C. La vitamina C inhibe la pigmentación anormal de la piel, protege la piel del estrés oxidativo y es un cofactor necesario para el nuevo crecimiento de colágeno.
Paso cinco
El quinto paso es el uso de alfa y beta-hidroxiácidos, cuyo uso puede reducir la pigmentación y mejorar la piel recambio y construir colágeno, aumentando la luminiscencia de la piel o el brillo.
Los beta hidroxiácidos, como el ácido salicílico, puede ayudar a reducir la pigmentación y normalizar el desprendimiento de la piel dentro del folículo piloso, lo que puede ser especialmente beneficioso para controlar los brotes de acné.
Paso seis
El sexto y último paso es el uso de ingredientes formulados con factor de crecimiento o con células madre. Las proteínas grandes en estos productos no penetran en la piel sino que inducen la señalización de las células que ayuda a combatir el envejecimiento.
En general, su rutina de cuidado de la piel puede ser de dos a seis pasos, siempre y cuando los productos que esté usando sean efectivos.
Para evaluar la efectividad, un producto debe cumplir con tres criterios: un ingrediente activo que tenga un mecanismo de acción (efecto sobre la piel) que sea plausible, el ingrediente activo debe probarse mediante ensayos clínicos para tener un efecto biológico en el piel, y la concentración del ingrediente activo debe ser lo suficientemente alta como para tener el efecto deseado en la piel.
Mirá en la nota anterior cuál es tu tipo de piel y cuáles son los productos que te recomendamos